Recuérdame.

Querido:

Hoy escribiré las palabras más sinceras que haya podido escribir, y seré lo más clara posible, para poder de una vez de todo escribir un punto final. No tiene sentido, supongo, estás palabras después de haber encontrado tanto vacio donde veía plenitud, pero no todo tiene que tener un sentido coherente. Te quería, no sé porque, pero te quería, realmente lo sé, porque cuando hablas de querer no hay reglas que valgan, no hay porqués o preguntas con respuestas, todo pierde sentido (más aun del que no tiene). No te lo he dicho, al menos directamente, pero tampoco me arrepiento, porque después de todo estaba todo vacio, tu corazón y el mío. Creo que eso es lo que más duele de todo, que algo que parecía lleno esté vacio y hayas perdido tanto tiempo en algo que no tenía principio ni fin. Me equivoqué querido, como con todo últimamente. No eras tú lo que no me dejaba ser feliz, si no yo. Porque pensando que había algo, me deje consumir, me deje perderme en mi misma y en ti, porque deje de respirar profundamente para respirar por partes, me deje oprimir pensando que todo acababa, que sin ti no había nada, y me mentía, ese es mi problema, mentirme. Como prometí ser clara, lo explicaré. Me mentía porque realmente no quería ver que mi vida y tu vida estaban a años luz, e intentaba convencer al mundo que un “nosotros” era posible, creo que hasta ellos mismo lo intentaron, pero yo lo sabía. Mi vida y la tuya son caminos distintos que no dejaron de ser paralelos. Tú volviste para recordarme que tenía que olvidarte, que debíamos ser amigos porque sabíamos comprendernos, pero ya esta, todo acababa en amistad. Lo entendí la otra noche. Y tú sin embargo aun no entiendes nada.Gritas mi nombres, y me acercó y siento como si una paz me invadiera porque mi corazón no late ya fuerte, late como siempre, porque ya no tiemblo y porque en la clase siguiente conseguí no pensar en ti y si en lo que explicaban. Porque mientras escribo todo esto e intento resumir un poco todo siento que no era idiota, solo ciega y ¿sabes? Tú quitaste la venda que tapaba mis ojos. Gracias.Después de un resumen algo largo, y una sinceridad plena, queda despedirme de tu sombra, porque aun merodea por mi corazón. Y mientras me mira, pienso que en algún momento la echaré de menos, porque no mentía, yo te quería, pero no siempre querer es poder. Sé que ella también me echará de menos, pero se va, se aleja y me sonríe, esperando que sea feliz de otra forma, dejando paso a otras sombras que consigan convertirse en algo más que una sombra, y ser un sentimiento profundo y duradero. Espero que se cuide y que vaya donde vaya, la protejan tanto como yo y tanto o más tiempo. Y por supuesto que la quieran indudablemente y nunca encuentren un vacio ni soledad.

Recuérdame.