Imposible.

Que quiero ser tonta, quiero que me mires y soltarte un te amo porque sea lo primero que se me venga a la cabeza, quiero saltar en los charcos cuando llueva, y reirme de las cosas más tontas. Quiero que me regales una rosa cada catorce de febrero, y quiero hacer como en esas películas tan tontas y empalagosas de Woody Allen en las que uno termina la frase del otro. Ya sé que son bobadas, caprichos, ilusiones de alguien que todavía tiene ganas de querer, de querer como se quiere por primera vez.... no como cuando se quiere sólo por querer, que todo es rutina y los besos no saben a nada.
Quiero un montón de cosas, momentos, experiencias, y quiero que nunca se acaben, y estar siempre contigo. ¿Y sabes lo que más me apetece hacer? Coger un autobús contigo y largarnos todo un día. E ir al cine, de compras, al teatro, a hacer el pavo por los parques, como en esas comedias románticas. Pero que estemos solos tú y yo. Que a mí lo demás me da lo mismo. Y quiero... quiero olvidar todo el daño que me han hecho otros, todas las veces que he sufrido y concentrarme en ti, porque eres lo que más me importa en estos momentos. Tú y estar contigo. Y también te quiero a ti, pero eso, ya lo sabías.